- 16 Feb 2004
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que auto que siempreme gusto........ un kadett sahara rojo sangre !!!.....sooooooooooooo
El Chevrolet Kadett siempre ha sido un auto algo controversial y la versión GSi no podía ser menos. El modelo es casi exacto a la versión 8 válvulas que se terminaba de comercializar por esos tiempos en Europa y hacia gala de sus mismas virtudes y defectos. La excelente potencia y una motricidad complicada es una combinación que ha distinguido a esta versión que contó con ciertos elementos muy interesantes. El motor de 121 Hp, la inyección MPFI, los frenos de disco en las cuatro ruedas y una transmisión de relaciones cerradas le daban el necesario carácter, mientras que el tablero digital, las butacas Recaro y otros múltiples detalles exaltaban y adornaban su personalidad.
Por supuestas razones de costo los modelos importados a
Uruguay, no más de doce o trece en total, no contaban con aire acondicionado, dirección hidráulica, techo solar manual o suspensión trasera autonivelante en función de la carga, elementos estos que eran opcionales en los GSi cariocas, pero que en sumaban un peso considerable. Tampoco se importaría el GSi Convertible, un auto que contó con muy buena aceptación en su país de origen.
Dentro de los antecedentes deportivos de la marca se cuentan las versiones picantes del Chevette, conocidas como Rally y Hatch S/R. Aunque el más similar era el del Monza S/R (1988-1990), un auto que contaba con motor 1.8 de 106 Hp y unas características bastantes deportivas. Un detalle curioso es que a Uruguay llegaría en formato de sedan de dos puertas o de problemático convertible, mientras que en Brasil este seria comercializado bajo la forma de Hatch de tres puertas. Esta versión de carrocería hatch llegaría en contadas unidades pero en modelos base, no para el S/R.
El Chevrolet Kadett siempre ha sido un auto algo controversial y la versión GSi no podía ser menos. El modelo es casi exacto a la versión 8 válvulas que se terminaba de comercializar por esos tiempos en Europa y hacia gala de sus mismas virtudes y defectos. La excelente potencia y una motricidad complicada es una combinación que ha distinguido a esta versión que contó con ciertos elementos muy interesantes. El motor de 121 Hp, la inyección MPFI, los frenos de disco en las cuatro ruedas y una transmisión de relaciones cerradas le daban el necesario carácter, mientras que el tablero digital, las butacas Recaro y otros múltiples detalles exaltaban y adornaban su personalidad.
Por supuestas razones de costo los modelos importados a
Uruguay, no más de doce o trece en total, no contaban con aire acondicionado, dirección hidráulica, techo solar manual o suspensión trasera autonivelante en función de la carga, elementos estos que eran opcionales en los GSi cariocas, pero que en sumaban un peso considerable. Tampoco se importaría el GSi Convertible, un auto que contó con muy buena aceptación en su país de origen.
Dentro de los antecedentes deportivos de la marca se cuentan las versiones picantes del Chevette, conocidas como Rally y Hatch S/R. Aunque el más similar era el del Monza S/R (1988-1990), un auto que contaba con motor 1.8 de 106 Hp y unas características bastantes deportivas. Un detalle curioso es que a Uruguay llegaría en formato de sedan de dos puertas o de problemático convertible, mientras que en Brasil este seria comercializado bajo la forma de Hatch de tres puertas. Esta versión de carrocería hatch llegaría en contadas unidades pero en modelos base, no para el S/R.